En el capitalismo cultural, los museos en Uruguay pueden y deben cobrar entrada?

El capitalismo cultural, tiene como objeto de intercambio a las experiencias, las relaciones de propiedad entre los individuos con el patrimonio cultural.
Desde la perspectiva de la oferta, la cultura juega papeles importantes como el mantener las tasas de productividad y competitividad.
Los individuos son atraídos por la excepcionalidad del otro, la globalización provoca un efecto dialógico, ya que de esta forma se refuerzan las identidades locales, culturas singulares.
La competitividad de cada uno de los museos (en este caso) va a depender de la solidez y consistencia de los contenidos simbólicos que cada uno posea.

Otorga legitimidad a la producción, a la creatividad económica, producir cultura es respetable, pero esa producción debe gestionarse y allí los problemas económicos, como producir cultura, con que recursos, como recaudar?
El tema específico se da en los museos estatales del Uruguay, el cobro de entradas es un tema complejo de abordar.
Este tema planteado en el pasado encuentro de profesionales de los museos realizado en el Museo Casa de Gobierno Montevideo.
Para comenzar en el análisis debemos saber que en este año 2008 se materializó el primer Censo Nacional de Museos, realizado por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y el departamento de Industrias Creativas.
De los 166 Museos abiertos en Uruguay, solo 100 contestaron el formulario, el 71% de los museos en Uruguay son públicos, el 25% privados, mientras el 4% son mixtos.
El cobro de entradas para los privados o mixtos es más fácil de aplicar.
Del total de los museos públicos, el 64% son municipales, mientras el 36% depende de la Administración Central.
Los museos públicos recibieron en promedio 14.300 visitantes, los privados 12.300 y los mixtos 7.500, pero no existe una unidad para cuantificar, por lo que el dato es impreciso. El 52% realiza una estimación del público asistente.

En la cultura donde el sector público la genera, pretende ser transponte, se piensa en la verdadera democratización por ello las Ciencias Sociales (Economía) contribuyen a comprender esta situación. En el colectivo se piensa que todo debe ser gratis, que el Estado debe hacerse cargo, partiendo de esta premisa que los uruguayos tienen en su imaginario, es compleja la determinación del cobro.


Donde se concentran los museos?
Montevideo concentra el 50% del total de visitantes, Maldonado el 15% y Colonia el 12%.
Esta disparidad de porcentajes hace que muchos museos del Uruguay no puedan abordar estos asuntos, el caso que se analiza
Colonia del Sacramento posee museos públicos y privados, en este caso analizaremos el Sistema de Museos de Colonia del Sacramento que depende de la Intendencia de Colonia.

Retrospectiva
La Intendencia de Colonia fue adquiriendo museos desde hace 60 años, algunos provenientes del mismo ámbito, otros MEC y algunos donados.
Hacia el 1994 contaba con 8 museos de entrada gratuita, los museos de Colonia del Sacramento recibían, históricamente, un contingente exuberante de excursionistas los cuales desbordaban las instalaciones.
En esos años se produce el descubrimientote de Colonia por parte de turistas emergentes en forma masiva.
En esos momentos no existían museos privados, no existía otra oferta cultural igual, y no había parámetros con que comparar.
En el año 1996 tras intentar resolver este problema se decidió cobrar una entrada de 1 dólar americano, equivalente en ese momento a 10 pesos uruguayos.
El ingreso podía ser adquirido en tres museos y lo habilitaba a visitar 7 museos, no obstante quien decidiese recorrer solo uno ingresaba pagando medio dólar o 5 pesos uruguayos.

En este caso, el ámbito municipal es realmente el espacio significativo, para satisfacer las necesidades y demanda de los ciudadanos como de los visitantes, la construcción de las políticas culturales tiene un gran esfuerzo desde la administración local y los recursos siempre son escasos.

Como cualquier institución cultural, los museos pueden recaudar, obteniendo así recursos genuinos, necesarios para la preservación, conservación, seguridad, difusión y aumento de su acervo.

Esta medida fue impuesta y muchas críticas se vertieron, el ingreso de visitantes se redujo considerablemente, ahora entraban solo los interesados.
Para que el museo fuese accesible se exoneró a todos los estudiantes que viniesen en grupos como escolares, liceales y universitarios, para investigadores y menores de 12 años cualquiera fuese su nacionalidad, se puede decir, que es una forma de democratización de la cultura.
Esta medida se llevó a cabo con las fluctuaciones de la moneda durante 10 años, extrañamente nadie consideró a los museos como centros importantes de recaudación, la ínfima recaudación y la poca inversión ha hecho que algunos objetos hayan depreciado.
Como comparar datos, bueno en realidad es imposible, ya que la forma de llevar registro era contabilidad quienes entraban por museo, o sea se contaba la misma persona si compraba la entrada en uno o si decidía visitar los siete, por lo que el dato se multiplicaba.


Etapas de cambio
Al comenzar una nueva etapa, en el año 2006 la coordinación de museos y el equipo de jóvenes universitarios, comenzaron a materializar la idea de aumentar el precio de la entrada.
Desde ahí se comienza a entender a los museos de Colonia como una unidad sistémica. El sistema de museos se compone de 8 continentes (uno de ellos cerrado al público momentáneamente) y se comparten los funcionarios, divisas y dependen todos de la misma coordinación.
Las líneas de trabajo cambiaron, desde ese momento se conforma un equipo no solo hay una cabeza, sino que todas las voces son escuchadas.
Para ello se trabajó en grupos y de ahí se confeccionó una encuesta, donde el llenado del formulario fue voluntario y al azar.
Esta consistía en recabar datos de cuanto la gente estaba dispuesta a pagar por el sistema de museos (de siete en ese momento) nos interesaba saber los públicos que contestaban, sus nacionalidades, edades e nivel educativo.
Al cuantificar esos datos se decidió aumentar gradualmente la entrada, pasando a costar 25 pesos uruguayos, el 98% estaba decidido a pagar más de 10 pesos.
La medida fue recibida con cierto asombro ya que durante una década había sido congelada, pero la resistencia mayor fue desde el interior del equipo de funcionarios, quienes no comprendían la medida, el equipo es heterogéneo en edades e instrucción.

A partir de ese momento otras medidas se fueron implantando como la forma de colectar los datos de ingreso, por ejemplo antes se cuantificaba en hombres, mujeres y niños, esos datos para que fueran útiles?
La estadística diaria ahora recoge datos que nos permiten conocer: cuanta gente ingresa al sistema, y a cada museo en particular, definimos así los públicos para conocer sus exigencias por ejemplo en el idioma que debemos hacer las hojas de sala para que el turista recorra en museo, también por edades, estos datos sirven a la hora de tomar decisiones por ejemplo aumentar el tamaño de letras si nuestro publico es adulto mayor, o cambiar los guiones si son niños. De esta manera también se obtuvo los días y horarios de mayor flujo, lo que determinó algunas políticas de actuación. Todo el sistema de museos está abierto exceptuando 4 días al año (1º de enero, 24 de abril, 1º de mayo, 25 de diciembre) y los días de descanso semanal de cada museo va alternándose de forma que al menos 4 museos se encuentren abiertos.

Los ingresos de los visitantes no disminuyeron, por lo que concluimos que es inelástico al aumento del precio en organizaciones culturales.
En el 2008 se produce un nuevo cambio, se decide aplicar nuevamente la encuesta de disposición a pagar y el precio fue aumentado a 50 pesos uruguayos para todo el sistema, el sistema de exoneración se mantuvo en todos los casos.
Este nuevo aumento trajo aparejado una nueva resistencia por el personal con más tiempo en los museos versus los jóvenes.
Pero nuevamente se aplicó otras técnicas que dificultan la cuantificación de los datos, esta vez con mayores conocimientos, se comienza un camino más responsable.
El consumo de cultura es un consumo de experiencia, el riesgo que se corre es bajo en relación al importe del ingreso, por lo que hay personas que por más que se siguiese cobrando 10 pesos no estaban dispuestos a pagar.
Colonia recibe un turismo cultural que va en creciendo, no solo en número sino en turistas mas especializados, viajeros viajados, siendo un porcentaje alto de jóvenes y adultos jóvenes, en búsqueda de ofertas culturales, con un nivel educativo alto de universitarios y postuniversitarios y con un promedio de gasto diario de 70 dólares americanos.
También debemos tener en cuenta que los consumos han ido cambiando, que la sociedad hiper moderna demanda nuevas necesidades, ya el museo no es el lugar sacro donde uno es un mero espectador, sino que intenta interactuar, generar discusiones, hablar dentro del museo, dialogar con la exhibición o con otros visitantes, el museo vivo, donde no se va a contemplar, sino a reflexionar.
Estos paradigmas van dejando espacio a la nueva museología, para la sociedad está bien visto el cobro de entradas, en general estimulan a que se aumente en forma gradual, el capital simbólico de los museos es alto más allá que algunos no asistan a él, pero si colaboran con la Comisión de Amigos que va en crecimiento con el número de socios.
Los museos registran una menor demanda de los usuarios locales, en comparación con los visitantes tanto nacionales y extranjeros. Los no usuarios, no saben que si se acercasen más a los museos, demandarían mayor cantidad de servicios de museos.
Es decir un usuario no habituado no es capaz de valorar los servicios que el museo brinda, mucho más valorar cuanto se debe de pagar, por tanto adecuar su demanda a su verdadero valor.
Los públicos que consumen museos, están dispuestos a pagar el coste, y una valoración que los turistas culturales en Colonia hacen es la inexistencia de tarifas preferenciales, prefieren exoneraciones en lugar de tener tarifas para uruguayos y extranjeros.
Debemos concluir que el aporte de divisas por concepto de entradas no debe ser el único, aunque el camino se ve más alentador, veremos como se contribuye a la sustentabilidad desde el Sistema de Museos de Colonia del Sacramento. En este caso, el único aporte extra es la recaudación de la Tienda del Museo (gestionada por la Asociación de Amigos del Museo Municipal) la cual subvenciona algunos proyectos, y el trabajo con la fundación Colonia Antigua (HSBC) que financia capacitaciones y alguna exposición.

La sustentabilidad ambiental, se da a través del control de la capacidad de carga en cada museo, contribuye a la preservación de los edificios siglo XVIII y XIX.
Durante la capacidad colmada, el museo permanece cerrado hasta que se establece nuevamente el flujo permitido.
Esto descongestiona algunos museos “los favoritos” y hacen que los menos visitados sean vistos. Esta medida se toma también para las agendas de visitas.
En el caso de los centros educativos se estimula a la visita de al menos dos museos uno grande y otro pequeño, durante las visitas se mantiene el museo cerrado (control de la capacidad de carga).
Existen otros datos que son eliminados del conteo para no alterar los números y es el diciembre la jornada de Museos en la noche donde en el 2007 solo en cuatro horas pasaron por el sistema 400 personas.
Al establecerse estos picos, se aclara en el boletín estadístico que se emite trimestralmente en formato electrónico, por lo cual los datos son públicos.
El control de humedad y calor emanado por los visitantes contribuye a la conservación preventiva, además de controlar hurtos o roturas de los objetos.
En la “zafra de escuelas” que se da desde setiembre a diciembre es costumbre visitar Colonia y sus museos como viaje de fin de curso de los centros educativos de todos los niveles pero especialmente los primarios.
En 2007 se registraron 70 centros educativos mientras que en el 2008 ya van registrados 74, lo que nos da una tendencia que va en aumento, debido a una mejoría en la organización.
El cuidado responsable del ambiente se logra a través de recursos económicos, en general los insumos para la protección y conservación de los museos tienen un coste bastante elevado, y el cobro de ingresos lo solventaría.


La sustentabilidad económica, se explica ya que el 47% de los museos públicos tienen un gasto de funcionamiento anual de al menos 25.000 dólares, por lo que el cobro de entradas podría solventar los gastos, a nivel departamental los museos podrían tener un fondo común donde se amparen a los museos de menor flujo de visitantes.
El cobro de entradas puede financiar la conservación y restauración de las obras, como de los edificios, cambio de la museografía, etc.
En el caso del Sistema de museos tiene un aumento considerable, en el 2006 se recaudó $ 272.594 con el valor de 10 pesos, desde junio del 2007 se aumentó el ingreso a 25 pesos y la recaudación tuvo un aumento del 230 %, mientras que en el 2008 en marzo se aumenta a 50 pesos y la recaudación tiene un crecimiento del 60%.
Se modificó el tipo de información que se brindaba, mejoró la calidad de la folletería, se financiaron cursillos para capacitar al personal, y se enviaron 4 funcionarios a Chile a realizar pasantías sobre museografía, registro e inventarios, conservación preventiva y restauración. Se puede concluir que el ingreso de entradas podría sustentarlo.


La sustentabilidad socio-cultural, a través del cobro de entradas se puede financiar programas, en mayo del 2008, con motivo de celebrarse la 4ta semana de los museos, la visita de más de 30 grupos escolares de un radio de 25 km. (escuelas públicas suburbanas y rurales). Este hecho acortó, en alguna manera distancias entre el museo y el centro escolar.
El retorno de las entradas puede traducirse en la realización de espectáculos para todo público, confección de materiales didácticos, campañas de sensibilización y educación, exposiciones temporales como estimulo para los artistas locales contemporáneos; en fin una heterogeneidad de situaciones puede lograrse a través de este espacio de educación no formal.

La obtención de rubros destinados a estas organizaciones culturales permite que los museos sean unidades económicas, convierten cuadros, edificios, discursos (inputs) en (outputs) exposiciones, publicaciones, y talleres. Esto demanda mano de obra, construyéndose en espacios económicos complejos, genera empleos indirectos, dinamiza la economía de su espacio geográfico, provoca impactos y externalidades positivas.

La gestión en los museos no debe entenderse aislada del conjunto de infraestructuras tradicionales de gestión del patrimonio cultural (archivos, bibliotecas, centros de interpretación, itinerarios y rutas culturales, centros de visitantes, proyectos virtuales accesibles en la red, etc.)
Todas estas deben estar relacionadas atendiendo a las tres grandes dimensiones del para el territorio en el que se enmarcan.

Dimensión científico cultural, contribuye a su conservación física, protección y documentación, así como su presentación y difusión cultural, la gestión de esta dimensión es la que garantiza el proceso de creación de riqueza cultural, transferencia de conocimiento y educación de la población.

Dimensión social, está relacionada con los valores culturales, preservación de una identidad, el carácter simbólico para una comunidad, y los factores de cohesión social y territorial que puede comportar.

Dimensión económica, son los medios y recursos necesarios para la correcta gestión del patrimonio son condicionantes de una gestión orientada a la calidad. Por otro lado, el patrimonio cultural museal en general, son generadores de riqueza económica directa e indirecta.

En la hipermodernidad, se encuentra inmersa en profundos cambios culturales derivados de la globalización económica y tecnológica.
En las economías más desarrolladas se está produciendo un proceso de expansión de la economía, lo que provoca un aumento del capital cultural.
Los expertos hablan de una verdadera revolución en el sector servicios, tanto este sector expansivo de la economía hipermoderna, como las nuevas actividades industriales relacionadas con la tecnología tienen en la cultura un factor de desarrollo.
La producción de contenidos digitales y multimedia, las áreas de innovación y creatividad relacionadas con el diseño y la tecnología, hace que sea posible el acercamiento del museo a la comunidad, y viceversa.

El camino hacia la concreción de los objetivos, satisfacción de las nuevas demandas solo puede ser logrado en base a una determinación de rubros, es casi imposible sostener una institución.

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