Una Centuria Realense

06/07/07
Introducción--------------------------------------------------------
El escenario: Costa suroeste del Uruguay
Situación de la región en el 900 -------------------------------------
Establecimientos Real de San Carlos---------------------------------
El Empresario ------------------------------------------------------
Pesos Oro, una época gloriosa--------------------------------------
El entramado coloniense, regional y un poco más allá----------------
Uso del espacio turístico y costero ---------------------------------
Las Crisis ----------------------------------------------------------
Conclusiones -------------------------------------------------------
Referencias bibliográfica--------------------------------------------
Anexos ------------------------------------------------------------

Introducción

Una Centuria Realense pretende ser solo una introducción para el análisis y comprensión del desarrollo turístico de la costa plantense, en los años 1900 a 1950.

Los inicios tempranos del turismo en el Uruguay se remontan a fines del siglo XIX en Mercedes[1]con las “aguas curativas”, y Colonia Suiza como sinónimo de salud y Santa Lucía con las casas quintas como recreación.
Montevideo desarrolla más tarde los baños techados de Pocitos, Ramírez y Capurro, las brisas marinas eran “saludables”, Piriápolis desarrolló el paisaje costero, que se fue incorporando y modelándose hasta Rocha.
El Real de San Carlos (en Colonia) fue un resumen de lo que estaba aconteciendo en ese instante, y han permanecido sus vetustos muros como fieles testigos de lo que fueron los inicios del Uruguay Turístico.

Para comprender dicho desarrollo es necesaria una mirada retrospectiva de la región, sin descontextualizarlo de la situación mundial.
Este trabajo tendrá como cometido, proseguir con la investigación en profundidad de la zona norte de Colonia del Sacramento, plasmar un documento que sirva como sensibilizador patrimonial del llamado Complejo del Real de San Carlos, en el marco de sus 100 años.

Las fuentes en las que se ha basado este trabajo consta de artículos, fuentes éditas e inéditas como los libros contables de la Compañía Establecimientos del Real de San Carlos, periódicos de la época, y la colaboración de Raúl Jacob para conectar algunos nombres de empresarios que formaron parte de esta sociedad anónima.


El escenario: Costa suroeste del Uruguay


Situación de la región en el 900

El contexto a estudiar es la región del Plata y del Atlántico, podemos homologar situaciones en Argentina y Uruguay, inmigración, influencia de potencias extranjeras (Gran Bretaña) guerras mundiales que favorecieron las exportaciones del sector primario y los fenómenos de las clases sociales en crecimiento, dieron origen al fenómeno turístico.
El turismo se limitó en sus comienzos rigurosamente a la alta sociedad y luego fue popularizándose a medida que se generaron cambios sociales como: las vacaciones pagas y aguinaldos, la valoración del tiempo libre y tiempo de ocio.

Durante el período Batllista[2], los procesos políticos - económicos y sociales se plasmaron en distintas esferas.
Las leyes obreras modificaron las jornadas a 8 horas, la educación se convierte en laica, gratuita y obligatoria, nacen los liceos, facultades[3], y la Comisión Nacional de Educación Física.
La creación de los ministerios de Industria y de Obras Públicas, Banco de Seguros del Estado, Banco de la República e Hipotecario, Usinas Eléctricas del Estado, dio por resultado un incremento de bienes y servicios.
Se legaliza el tiempo libre del trabajador para el disfrute familiar, provocando una metamorfosis urbanística.
Surge el embellecimiento de Montevideo según los patrones europeos[4] con jardines, parques, monumentos, ramblas, hoteles, el espacio costero emerge de acuerdo a la pujante demanda como paisaje de uso social y colectivo.

En Argentina había un proceso de crecimiento poblacional como comercial, vinculado a Gran Bretaña, los capitales extranjeros (especialmente británicos) eran el 80%. Invirtiendo en bancos, frigoríficos, industrias alimenticias e infraestructura (ferrocarriles y puertos)
Con Irigoyen (1920) se implanta la jornada de 8 horas con descanso dominical, se regula el trabajo de la mujer, se realizan contratos colectivos, jubilaciones y viviendas económicas para obreros, se incentiva la creación de instituciones culturales como museos y bibliotecas, plazas de deportes, para el esparcimiento y la recreación de los sectores más populares.
Los sectores marginales van accediendo cada vez más a los lugares de desuso de la oligarquía porteña.
En Mar del Plata ya se había construido la rambla y el Hotel Bristol, más tarde el Parque San Martín, en la década del 30´ se crea la Dirección Nacional de Parques y con una política de “conocer a la patria es un deber”.

La situación regional con respecto a las Guerras Mundiales, la crisis del 29, tuvo su repercusión ideológica, económica, cultural y social en la región, en los pueblos y en los gobiernos.
Transformando los primeros emprendimientos privados e individuales, como Arocena, Lussich, Piria, Mihanovich, Arredondo, forestadotes, paisajistas, urbanistas y empresarios, en agrupaciones como la nueva modalidad de inversión, y el Estado en esa instancia crea la Comisión de Turismo en 1933.

Esta síntesis histórica nos sitúa en la región, en los inicios de la actividad turística.
La necesidad y valoración del tiempo libre y la maduración del hombre como futuro turista, inversores y el Estado que han marcado un camino fluctuante por el cual se sigue transitando.


Establecimientos del Real de San Carlos

“...esta Ciudad, por su posición topográfica, por su clima y por encontrarse tan próxima a la ciudad de Buenos Aires, está llamada a ser el verdadero punto de recreo del Río de la Plata. [...] la capital Argentina no tiene puntos cercanos que ofrezcan mejores condiciones que lo de esta ciudad, colocada a una hora y media, mediante vapores rápidos y grandes.[5]

Para proyectar el espacio turístico y recreativo de la costa platense es cardinal estudiar los primeros sucesos. Esta síntesis cronológica prioriza algunas inversiones privadas,

1873, Francisco Piria, funda la empresa inmobiliaria “La Industrial” y en 1890 compraba una estancia en Maldonado, donde forestó, plantó vides, olivares y tabaco.
1901, llegó el tren a Colonia, y trajo consigo en su inauguración 1500 excursionistas[6].
1905, se inaugura el Hotel Piriápolis.
1908 se aprueba en la Junta Económico Administrativa el proyecto turístico del Real de San Carlos.
1909, con la creación de los municipios es electo Felipe Suárez (primer intendente) quien estimula la inversión privada, para el Complejo se daba una concesión de 35 años, exonerados de impuestos aduaneros para los materiales de construcción y carbón para el suministro de energía.
Ese mismo año en Montevideo, se inaugura el Casino Parque Hotel.
1910 se comienza la construcción de la rambla de Piriápolis.
1910, inauguración de los edificios de la compañía Establecimientos del real de San Carlos. (Plaza de Toros)
1910 creación de "La Granja Colonia" pensión familiar y de recreo, productos de chacra, coches y caballos de alquiler, (empresa concesionaria de la Plaza de Toros).
1911, se crea la Ley de Casinos como parte de la oferta (servicio) turística, para ello debía de existir una inversión de por lo menos 500.000 pesos oro. Era una verdadera oportunidad ya que estaba prohibido en Argentina esta práctica.
1911, Arocena crea la Sociedad Balneario Carrasco
1912, inauguración del Hotel Pocitos en Montevideo (es destruido en 1935). Clausuras de las corridas de toros en el Real
1913 comienza el Tren a vapor desde el Pan de Azúcar al puerto del Piriápolis.
Y mucho más…

Con esta introducción se puede analizar y comprender el desarrollo de la zona del Real de San Carlos.


El Empresario

Nicolás Mihanovich aprovechó las coyunturas regionales, como prohibición del juego de azar en la vecina orilla y el contacto con otros emprendedores con igual ideología empresarial de negocios para invertir en el turismo.
Las analogías entre los emprendimientos costeros y los Establecimientos del Real de San Carlos son cada vez más asombrosa cuando la investigación prospera.
Se puede afirmar que todo lo conquistado de la costa, el usufructo de las bondades de la geografía, el desafío de la inversión y los entramados empresariales estuvieron presentes, queda como meta incorporar en forma indisoluble esta centuria Real en la historia del Uruguay Turístico

Pesos Oro, una época gloriosa

La sociedad anónima valuada en 150.000 pesos oro, estuvo compuesta por numerosos accionista, siendo el accionista mayor Don Nicolás Mihanovich con 10.000 acciones de $10 oro cada una, Nicolás Mihanovich (hijo): 5.000, Bernardo Etchehoun: 7.000, Carlos Tornquist: 2.000, Bernardo Meyer Pellegrini: 2.500, Marcelino Mesquita: 2.500, Juan A. Drysdale: 500, José Markovich: 50, Juan M. Caballero: 500, Francisco Mendes y Cía.: 5.000, Emilio Bianchi de Cárcano: 4.170 y más[7].

En un paisaje de dunas y arbustos se transplantó el paisaje europeo, emergió la Plaza de Toros de estilo moro con restaurant popular[8], Hotel anexo, Frontón, Chalet del puerto, Muelle, el resguardo de Aduana, muelles para la extracción de arena, casillas para la balanza de wagonetas, casillas de baño, kioscos, forestación y desmonte[9] para la futura urbanización de la zona.
El típico hotel de balneario fue diversificando sus ofertas de esparcimiento como teatro, cinematógrafo, casino, casa de baño, alquiler de caballos ensillados, toros de para aficionados, servicio de mates criollos con bombilla higiénica y canasta de provisiones, tiro al blanco, juegos de sapos, de aros, de bochas, canchas de fútbol, tenis, concursos de baile y canto español, juegos de mesa y más[10].

Para sustentar el Complejo se diversificaron los públicos, arribaron barcos de Buenos Aires, el vapor Helios de Montevideo, vapor Salto de Nueva Palmira, carruajes de Rosario, Juan Lacaze, Carmelo y Conchillas.

La atracción mayor indiscutiblemente fue la Plaza con el arte del toreo, el juego de casino y el match de pelota vasca.


El entramado coloniense, regional y un poco más allá

En Colonia solo existían dos hoteles de categoría el Beltrán y el de Juan Peila, los cuales fueron usados por la compañía para dar alojamiento y comida a operarios, toreros y periodistas.
Todo el comercio local fue beneficiario en este período, proveedores de materias primas como pan, leche, manteca, huevos, bebidas, también lo fueron las Barracas Larralde, Harreguy y Capandeguy.
Se necesitaron servicios de carros, carruajes para el traslado de los toreros, esta es la cuna del servicio de “taxis” en nuestra ciudad.

Se necesitaba personal capacitado para la construcción de los edificios, esta mano de obra calificada o no se buscó en un radio de influencia que llegó hasta Buenos Aires. José Markovih fue el arquitecto de la obras del Real, quien también era accionista de la empresa, Juan Malet fue el Director técnico de la Plaza de Toros.
Para la promoción se utilizó la propaganda en la compañía de automóviles y en la estación de F. C. C. del Uruguay, en periódicos locales y bonaerenses, como: La Nación, El País, El Heraldo, El Nacional, “La Razón”, “La Patria degli Italiani”, “La Argentina”, “Caras y Caretas”, etc.
Se importaron elementos de lujo: mesas, sillas, vasos y porcelanas comprados a la S. A. “La Importadora Austro-Húngara”.
La compañía Alemana Transatlántica le proporcionaba la electricidad y compañía Telegráfico - Telefonía del Plata el servicio de telégrafo.
Los Bancos Supervielles, Río de la Plata, de Italia, Español, Anglo Sud-Americano, eran utilizados para depósitos ya que la empresa tenía accionistas y acreedores de la otra orilla del río, el Banco de la República en Colonia o el Mercantil del Paraguay de igual forma eran utilizados.
Los toros eran traídos desde España, la llegada desde Sevilla a Cádiz tenía un costo de flete de $4750 y de Cádiz a Montevideo $29.068,90.
La compañía Argentina Naviera (N. M.) vendía las localidades en Buenos Aires, Salto y Carmelo. Se arrendaban lanchas a Juan Zúccoli y Cía., y a José Cacciola y Cía., para el traslado de pasajeros antes de que se inaugurara el muelle del Real.
Los Maffei y Oroná se dedicaron a la arenera y al desmonte, actividad que subsistió a la disolución de la compañía.

Este entramado nos permite ver la influencia de estos empresarios, algunos nombres se repiten en la historia de turismo en Uruguay como Etchehoun que se vinculaba con la banca, Supervielle, Drysdale con los hoteles en Punta del Este y Argentina, el propio Mihanovich tamben formaba parte del hotel Biarritz de Punta del Este y los Tornquist eran banqueros en Buenos Aires, tenían industrias e intereses inmobiliarios.
Por lo que podemos afirmar que no se da espontáneamente este enclave turístico, todos ellos estaban involucrados en lo comercial de una u otra forma.

Uso del espacio turístico y costero

La dimensión de este complejo era tal que los campos de Mihanovich (como accionista) llegaba hasta San Pedro, ocupando toda la faja costera, algunos de estos campos pertenecen en nuestros días a los herederos de Caballero.

La costa relegada a la extracción de arena, por mucho tiempo fue una zona hundida, hoy aquel arenal fue reactivado por el hotel Sheraton.

La forestación de pinos y eucaliptos fue inspirado en Piria y Lussich, las casetas de baños por lo baños montevideanos, el muelle coloniense, fue el motor para desarrollar la actividad turística.
El ornato público del Real de San Carlos sigue siendo aquellos árboles plantados por la Compañía.

La industria arenera dio desarrollo a lugar y proporcionó mano de obra, modificó el paisaje, provocando impactos ambientales terriblemente profundos como el deterioro total de las playas colonienses.

Las Crisis

El fin de las corridas y la posterior desaparición del casino por la ley argentina Herrera - Vega[11], hizo que el ingreso de visitantes cayera notoriamente, debiendo cerrar el casino.
La crisis del 29 hizo desestabilizar la compañía debiendo ajourner la oferta turística.
El vapor Viena[12] traía excursionistas y promocionaba "…función de teatro gratuita para los excursionistas, concierto, carreras, juegos en el casino autorizado por la ley del gobierno uruguayo y la playa de baños dotada de casillas y demás comodidades. Además se cuenta con el frondoso bosque del Real donde pueden realizarse almuerzos campestres"[13]

Perón marcó otro hito, en 1943 se comienzan los remates de solares pertenecientes a esta sociedad.
Se venden 2000 en cuotas mensuales[14], se produce la disolución de la Sociedad Anónima Establecimiento del Real de San Carlos en el mismo año haciéndose el acta correspondiente y comprobando año a año la veracidad de las cifras.[15]

Tras pasados los 35 años de concesión la Intendencia Municipal resuelve que todos los bienes de la Empresa Mihanovich pasen a la esfera comunal.[16]

El Estado Paternalista se hacía cargo de estos edificios sumamente caros para su manutención, es así que lentamente el tiempo ha dejado sus huellas en cada uno de éstos, hasta inclusive desaparecer.


Conclusiones

Podemos concluir en este trabajo que esta compañía en la costa más oeste del Uruguay se desarrolló con los mismos cánones de usanza en toda la costa.
La figura del empresario y/o emprendedor, el desarrollo del espacio costero, las actividades conexas como la extracción de arena, la vinculación de empresarios y emprendimientos cruzados hicieron el fortalecimiento de la red empresarial y comercial de la época donde el Estado juega una rol determinante en la estimulación de inversión como en los controles.
La óptica para realizar este análisis fue desde lo macro a lo micro, desde la situación mundial-regional, nacional y por último la local.
Desde esa postura la inversión en el Real de San Carlos fue paralela al crecimiento de inversiones en el país, con aciertos e infortunios propios de la mala gestión o planificación como de factores extrínsecos y sobrevivió hasta 1943.
El desafío de este trabajo es dar a conocer de manera fiel el trabajo que se hizo en el Real para ello el trabajo de investigación de los libros diarios es el corolario para ratificar las historias como para destruir mitos.
Espero haber contribuido a generar interrogantes sobre el Real de San Carlos y que éste sea tomado como ejemplo de inversión, de entramado empresarial y comercial en el Río de la Plata, como innovador del espacio costero y turístico de Colonia de aquella época.

Referencias Bibliográfica

Anuario El País, edición 64/65 Vol. II, Carlos Scheck [adm]
ARTIGAS MARIÑO, Heroídes, La Aventura del Real de San Carlos, Colonia, Estampas, 2001.
BERMÚDEZ, Solange, La Efigie del Real, inédito, 2002.
JACOB, Raúl, La Quimera y el Oro, Montevideo, Arpoador, 2000.
El Ocio Peronista: Vacaciones y Turismo popular en Argentina (1943-1955) en Entrepasados Revista de Historia, Eugenia SCARZANELLA, Bs. As. VII, Nº 14, comienzos de 1998.
HOY COMO AYER en Estampas Colonienses, ARTIGAS MARIÑO, Heroídes [dir] Colonia, Logos, IV, Nº 26, 1999
Remate de solares del Real de San Carlos en La Colonia, Luis A. Del Cerro [dir], Colonia, XLII, 6232 p.1.
Libro diario de la compañía Establecimientos del Real de San Carlos Tomo 1, 1909 -1913
http://pensandoturismo.com/template.php?i=28
http://www.buceo.com.uy/calles/batlleyordonez.htm
www.histarmar.com.ar/BuquesMercantes/Armadores-Mihanovich.htm

Anexos

Diario perteneciente a la Sociedad Anónima Establecimientos del Real de San Carlos de esta sección contiene quinientos setenta y seis folios útiles que han sido numerados por el Juez y Escribano Actuario que suscriben de acuerdo con lo supuesto por el artículo sesenta y cinco del Código de Comercio
Colonia Enero 29 de 1910

Juzgado Letrado Departamental Colonia, Ramón Barbot y … (ilegible)

Capital 150.000 acciones $10 oro cada una que constituye la Sociedad Anónima “Establecimientos del Real de San Carlos” de la Colonia según los Estatutos aprobados por el decreto del Poder Ejecutivo con fecha 30 Noviembre de 1909

Nicolas Mihanovich 10.000
Nicolas Mihanovich (h) 5.000
Luis Urrutia 5.000
Bernardo Etchehoun 7.000
Carlos Tornquist 2.000
Bernardo Meyer Pellegrini 2.500
Marcelino Mesquita 2.500
Angel Ferreira 50
Alejandro López Quesada 50
Leoncio Rodríguez 50
Rafael Pons 50
Ernesto Lalanne 500
Simón Ostvald 200
Tito Meucci 100
E. C. Roas 100
Juan R. Calcagno 100
Emilio González Piris 50
Benjamín Maumús 500
Gastón Lalanne 100
Fernando Pascual 130
Juan Bidart 500
Federico Boillat 150
Faustino Estévez 100
J. J. Mansilla 100
José Marini Chiapella 50
Mariano N. Escalada 250
Amadeo Tort 50
Marcelino S. de Castro 500
Juan A. Drysdale 500
Rómulo Pereda 50
José Markovich 50
Eduardo S. Scotti 100
Bernardino Pons (hijo) 500
Diego Pons 500
Juan M. Caballero 500
Bernardo Ader 500
Francisco Mendes y Cía. 5.000
Emilio Castro 200
Francisco Montarcé 250
Emilio Bianchi de Cárcano 4.170
Inventario por disolución de la compañía año 1943.

16 de agosto de 1943.

1 Juego de dominó, 1 ajedrez, 4 cubiletes con 2 dados, 1 red para tenis, 2 raquetas y 6 pelotas, 1 juego de ping pong, 1 pelota de football con un inflador.
1 billar francés, 1 taquera y varios tacos, 1 juego de bolas de pasta, 3 bolas chicas de casin de marfil y palillos.


Vapor Viena
1906. Construido para Nicolás Mihánovich como VIENA.
1930. Transferido a la Compañía Argentina de Navegación Mihánovich Ltda. (Argentina).
1942. Transferido a la Compañía Argentina de Navegación Dodero S. A. (Argentina).
Periódico "La Colonia" (XLII 6259) el día 18 de marzo del 1943. Sr. Jorge Mihanovich (nieto de don Nicolás) integra la comisión liquidadora de los establecimientos:
"Por unanimidad se aprobó la disolución de la S. A. Establecimientos Real de S. Carlos"
"Con lo resuelto, da término a sus actividades la sociedad fundada por don Nicolás Mihanovich - hijo- espíritu emprendedor, mensajero del progreso a esta zona de Colonia, formando los importantes establecimientos en otrora dieron fecunda vida al Real, hasta hoy debe reconocerse, cimentar renombre y jerarquía a aquel magnífico lugar de turismo.
Aún cuando en algunas oportunidades hayamos discrepado con las actitudes aportadas por los directores del Real, no obsta el reconocimiento de lo que para Colonia representa el cuantioso capital allí invertido, el sacrificio por mantenerlo activo pese a los quebrantos financieros, la generosa cooperación de la sociedad al progreso lugareño, sacrificio y cooperación que aún podrá ser aprovechado con base de una interesantísima utilización de la economía regional.
Tanto pues, por los antecedentes de su fundador y sucesores de la sociedad del Real, como por las derivaciones futuras de progreso, Colonia les guardará perdurable reconocimiento. Realizaron una empresa, justo es decirlo, inigualada, en nuestro medio en cuanto a su magnitud material y difusión del nombre de Colonia, en el concepto turístico"

[1] Creencia en las aguas curativas del río Negro.
[2] Primera presidencia de José Batlle y Ordóñez 1903 - 1907, segunda 1911 – 1915.
[3] Ingeniería y Arquitectura en1915
[4] Según el censo de 1908, Montevideo contaba con 288.000 habitantes, siendo casi el 50% inmigrantes.
[5] ARTIGAS MARIÑO, Heroídes, La Aventura del Real de San Carlos, Colonia, Estampas, 2001.
[6] Anuario El País, edición 64/65 Vol. II, Carlos Scheck [adm]
[7] Ver anexo nómina completa de todos los accionistas p. 14
[8] Ya que las corridas era fiestas populares.
[9] A cargo de Figgini, y el desmonte Oroná (quien luego va a continuar con la industria extractiva en dicho espacio)
[10] Ver anexo p. 16
[11] impuesto de zarpe a los barcos con destino a puertos con casino en un radio mayor a 40 km de 10.000 pesos nacionales.
[12] Ver anexo p. 16
[13] HOY COMO AYER en Estampas Colonienses, ARTIGAS MARIÑO, Heroídes [dir] Colonia, Logos, IV, Nº 26, 1999.
[14] Remate de solares del Real de San Carlos en La Colonia, Luis A. Del Cerro [dir], Colonia, XLII, 6232, p.1.
[15] Desde 1943 al 1950 en forma anual se controlaba, la suma ascendía a $ 79.700, 66.
[16] ARTIGAS MARIÑO, Heroídes, La Aventura del Real de San Carlos, Colonia Estampas, 2001.

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