¿Desarrollo Sustentable?

¿Desarrollo Sustentable?

En el periodo de los 70, surge un nuevo modelo de desarrollo en contraposición a los efectos sociales derivados de la "modernización" y es conocido como la política de las "Necesidades Básicas".
Su única prioridad fue satisfacer las necesidades básicas de los asentamientos humanos, particularmente los más pobres, con la creación de empleos, infraestructuras, construcción de viviendas y equipamientos básicos inversión pública. (Estado paternalista, proveedor de servicios sociales).
Ocasionando un estancamiento en el crecimiento económico, déficit en la balanza de pagos, incremento del gasto social y de la deuda externa.

Así, en 1987 el "Informe de la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo", concluyen que la degradación ambiental no es un problema exclusivo de las naciones industrializadas, sino que la pobreza y el subdesarrollo son causa y efecto de ésta, apareciendo en esta fase el término desarrollo sustentable.

La Comisión Mundial del Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU, concluyó que debían satisfacerse las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras a la satisfacción de sus propias necesidades y que, la protección del ambiente y crecimiento económico deberían afrontarse como una cuestión única.

Luego del período de recesión económica, se implementa el modelo neoliberal conocido como la política del Ajuste Estructural, invirtiéndose en capitación de los recursos humanos, se reduce gasto social, algunos servicio son otorgados al sector privado por considerarlo más eficiente.

En 1992, se produce la Cumbre de la Tierra, (Río de Janeiro, 1992), se intentó encontrar un punto de equilibrio entre las exigencias económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras y de establecer los fundamentos para una asociación entre las naciones industrializadas y los países en vías de desarrollo, entre gobiernos y sectores de la sociedad civil.

El desarrollo sustentable nace como la opción para abordar diferentes flagelos, pobreza, la destrucción del ambiente y crecimiento económico.

Desde el punto de vista social, se pretende establecer un reconocimiento político de las diferencias de género por discriminación de la mujer en el ámbito laboral y participativo, desde el económico, maximizar la producción, dinamizar la economía.


Luego de establecer la Agenda 21, a nivel en este camino, figuran algunos proyectos de planificación y gestión urbana, mejora de la calidad ambiental.
Surgen preocupaciones por la capacidad de carga, planificación urbanística, usos de suelo, estacionamientos, plazas y jardines para uso recreacional del habitante urbano, congestionamientos vehiculares, preservación del patrimonio, creación de espacios públicos peatonales en el centro histórico de la ciudad; creación de nuevos parques y jardines. etc.
Los diferentes escenarios políticos vistos han evolucionado hacia la implementación como posibles soluciones, eco tasas o impuesto ecológico, internalización de externalidades, certificaciones ambientales, etc.


En búsqueda del consenso paradigmático

El desarrollo del paradigma sustentable debe equilibrar tres dimensiones socio-culturales, económicas y ambientales. El desarrollo sustentable, no debe ceñirse al concepto de turismo verde, cuidado de reservas y recursos naturales, sino que debe velar por espacios urbanos con igualad de magnitud que los “naturales” como son los complejos entramados urbanos.
Para García Canclini, la globalización no sólo es un proceso económico, sino social, esto último “lo social” se expresa como la circulación global de las personas, asunto que se manifiesta claramente en fenómenos como las migraciones y el turismo.

Las tres dimensiones, deben conjugarse e interactuar en el plano turístico territorial, horizontal, vertical y transversalmente, con el fin de minimizar impactos negativos y maximizar las utilidades, sin perjuicio del ambiente.

El impacto intercultural (choque) la asimetría cultural son asuntos diarios, que deben estar presentes en la elaboración del desarrollo de las comunidades, ya no basta con el crecimiento, depredando espacios, ambientes, culturas y sociedades, aumentando la brecha de la equidad social, placeres desbordados por los turistas vs placeres recortados por los lugareños, dándose la mixtura de dos planos yuxtapuestos.

La economía y la naturaleza se encuentran en la lucha por el uso del espacio y la conservación ambiental, el desafío está en desarrollar estrategias para garantizar la sostenibilidad del espacio – como el turismo sustentable, evitando o disminuyendo el abuso ambiental, la sobre explotación o monopolización de los recursos renovables como no renovables, contaminación, reducción de la basura y reciclado, etc.

Desde la óptica del consumo, se ve incrementada la demanda de ofertas no tradicionales huyendo de la estandarización, un ejemplo es el turismo étnico, busca compartir y aprender de comunidades indígenas in situ.

La plataforma alternativa del turismo puede llevar al equívoco del consumo de espacios que no implica el consumo responsable, y muchas veces se cae en el error de creer que una actividad debe desarrollarse para garantir el crecimiento económico, sin ver a largo plazos los costos que se asumirán. Para O’ Connor, la sostenibilidad es un problema ideológico y político más que un problema económico, las discusiones que se encuentran entorno a este fenómeno son de carácter glocal.

En la implementación de los tradicionales planes de desarrollo se comienza a detectar una falla, existen cambios en el consumo de los turistas, destinos tradicionales van quedando obsoletos y los nuevos planteos sobre conservar espacios, culturas y sociedades llevan a muchos destinos a reconvertirse para subsistir en la jungla turística mundial.

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